Ingredientes
- 250 g de mantequilla sin sal, a temperatura ambiente
- 200 g de azúcar blanca granulada
- 1 huevo grande
- 1 cucharadita de esencia de vainilla pura
- 300 g de harina de trigo de todo uso
- 1/4 cucharadita de sal fina
- 1/2 cucharadita de polvo de hornear
Instrucciones
- Preparar la masa: En un tazón grande, bate la mantequilla a temperatura ambiente con el azúcar utilizando una batidora eléctrica o manual hasta que la mezcla se vuelva suave, cremosa y de color más claro, aproximadamente 4-5 minutos. Añade el huevo y la esencia de vainilla, batiendo nuevamente hasta que todos los ingredientes se integren perfectamente.
- Incorporar los ingredientes secos: En un tazón aparte, mezcla la harina de trigo, la sal y el polvo de hornear. Agrega esta mezcla de ingredientes secos a la mezcla de mantequilla en varias tandas, batiendo a baja velocidad para evitar que se derrame la harina. Continúa batiendo hasta obtener una masa homogénea y firme.
- Formar las galletas: Precalienta el horno a 180°C (350°F). Con las manos, toma pequeñas porciones de masa, aproximadamente del tamaño de una nuez, y forma bolitas. Colócalas en una bandeja para hornear forrada con papel encerado o una lámina de silicona, dejando espacio entre ellas para que las galletas puedan expandirse ligeramente durante la cocción.
- Hornear: Hornea las galletas en el horno precalentado durante 10-12 minutos o hasta que los bordes estén dorados y la superficie esté firme. Ten en cuenta que las galletas seguirán cocinándose ligeramente debido al calor residual una vez fuera del horno, por lo que es importante no dejarlas demasiado tiempo.
- Enfriar y servir: Retira las galletas del horno y deja que se enfríen en una rejilla para evitar que se humedezcan. Una vez completamente frías, estarán listas para disfrutar.
Consejos Profesionales
- Variedad: Para una versión más indulgente, puedes incorporar chispas de chocolate, trozos de nueces o frutas secas (como pasas o arándanos) a la masa antes de hornear.
- Almacenaje: Guarda las galletas en un recipiente hermético a temperatura ambiente para mantener su frescura durante varios días. También puedes congelarlas para conservarlas más tiempo.
- Decoración: Para un toque más sofisticado, puedes decorar las galletas con un glaseado de azúcar o espolvorearlas con azúcar glas. Esto agregará un acabado elegante y visualmente atractivo.
Las Galletas de Mantequilla son un clásico atemporal, perfectas para acompañar una taza de té o café. Con su textura crujiente en los bordes y suave en el centro, son ideales para disfrutar en cualquier momento del día, desde una merienda hasta un evento especial.