Cada día, la tortuga se deslizaba por las orillas del lago, buscando su próxima comida. Aunque disfrutaba de las hojas verdes y las plantas acuáticas, siempre se encontraba insatisfecha, como si hubiera algo más que ansiaba. Mientras otras criaturas del bosque se contentaban con lo que encontraban, la tortuga no podía evitar pensar que algo aún mejor podría estar esperando un poco más allá.